Santa Clara, may.-ago.
ORIGINAL
La docencia a pequeños grupos
Teaching in small groups
Agustín Vicedo Tomey
IDoctor en Ciencias Médicas. Profesor Titular de Bioquímica de la Universidad de Ciencias Médicas de Ciudad Habana. Cuba.
RESUMEN
El movimiento progresivo de las actividades de formación de médicos y otros profesionales de la salud hacia los escenarios de la atención primaria ha creado condiciones para que las ciencias básicas biomédicas y otras disciplinas puedan realizarse con grupos pequeños de estudiantes. En el presente trabajo se presentan algunos de los aspectos característicos –aunque no necesariamente privativos- del trabajo docente con grupos pequeños. Los enfoques y recomendaciones presentados son el resultado de las fuentes bibliográficas consultadas y de la experiencia personal del autor. Los elementos técnicos fueron agrupados atendiendo a los siguientes criterios: Planificación y aseguramiento de las actividades, aspectos físicos del trabajo, actividades docentes apropiadas, atención al desarrollo de habilidades, desarrollo de la actividad, aspectos éticos y educativos, evaluación, errores comunes del profesor y recomendaciones finales.
Palabras clave: Docencia, trabajo docente, grupos, educación médica.
ABSTRACT
The increasing aspect of activities in the formation of doctors and other Health professionals for primary attention has created conditions for biomedical Basic sciences and other disciplines to be able to carry on with small groups of students. In this work we show some of these aspects, but they are not necessarily taken out when teaching in small groups. The approaches and the recommendations are not the result of bibliographic references previously consulted and the personal experience of the author. The technical elements were group taking into account the following criteria. Planning and assuring of activities, physical aspects in the work, adequate teaching activities, focusing in the development of skills, in the correct development of the activities, educative and ethical aspects, assessment, most common teacher’s mistakes and final recommendations.
Key words: Teaching, educational work, groups, medical education.
INTRODUCCIÓN
La docencia a pequeños grupos * tiene larga tradición en la enseñanza de la Medicina y otras ciencias de la salud. Desde los orígenes de la profesión, en particular el aprendizaje de la clínica –entendida como el proceso de atención de salud al enfermo individual –se ha caracterizado por la enseñanza de grupos pequeños “a la cabecera del enfermo”.1-5 En el caso de otras disciplinas, en particular las ciencias básicas biomédicas, ha sido común que predominen formas de enseñanza con la presencia de grupos relativamente numerosos de estudiantes. En ellas este hecho ha limitado tanto el adecuado aprovechamiento de las ventajas derivadas de una relación alumno–profesor más estrecha y provechosa, como el dominio por parte del docente de sus particularidades y recursos.6,7
En este medio, la descentralización de la educación médica hacia las áreas de atención primaria –fundamentalmente los policlínicos– ha creado las condiciones para que los profesores realicen su trabajo con grupos de estudiantes poco numerosos.8-10 La elevada demanda de personal docente que esta situación condiciona justifica que, en muchos casos, la conducción del proceso de enseñanza–aprendizaje de las ciencias básicas biomédicas haya sido asumida por profesionales de otras especialidades, en particular de Medicina General Integral11-13, y a que su trabajo se apoye considerablemente en recursos tecnológicos los cuales, en ocasiones, pueden opacar el papel protagónico del profesor en la formación de estudiantado.14,15
La importancia del dominio del docente en relación con los contenidos propios de estas disciplinas –condición que muchos consideran insoslayable- ha sido reconocida por los propios actores y se han tomado medidas mediante diversas modalidades de formación postgraduada para que el mencionado propósito sea alcanzado, al menos a un nivel aceptable según los requerimientos del pregrado. Sin embargo, aunque los docentes han tenido acceso a actividades de formación académica –cursos, diplomados, maestrías– que proveen un abanico de conocimientos y habilidades en el campo de la Educación Médica16, las técnicas y recursos específicos del trabajo docente con pequeños grupos y sus potencialidades para el desarrollo multilateral de los estudiantes han recibido menos atención.17,18
En el presente trabajo se presentan algunos de los aspectos característicos – aunque no necesariamente privativos - del trabajo docente con grupos pequeños con la esperanza de que pueda resultar de utilidad a quienes asumen la enseñanza de las ciencias básicas biomédicas en las actuales condiciones, independientemente de cuál sea su especialización de base. Los enfoques y recomendaciones presentados son el resultado de las fuentes bibliográficas consultadas 19-31 y de la experiencia personal del autor.
* Carece de sentido tratar de dar una definición exacta de lo que se entiende por “grupo pequeño” dentro del ámbito docente. El límite superior está vinculado a las características del profesor y los estudiantes en tanto sean capaces de mantener la dinámica propia de esta tipificación. Posiblemente esto sea muy difícil para grupos que rebasen los 15 participantes.
DESARROLLO
Aspectos a considerar
Si bien muchos de los elementos técnicos que presenta el autor de este artículo se dan en la práctica docente de modo entrelazado, con fines organizativos serán presentados agrupados de la siguiente forma:
I- Planificación y aseguramiento de las actividades.
Los elementos de planificación y aseguramiento (Cuadro 1) contribuyen de manera destacada a garantizar adecuados resultados.
Cuadro 1. |
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II- Aspectos físicos del trabajo.
Cuadro 2. |
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Determinados aspectos físicos del escenario docente y de la dinámica de la actividad (Cuadro 2) tienen marcada influencia en su desarrollo.
La disposición “clásica” del aula con los asientos en filas y el profesor al frente no es la más favorable para una dinámica participativa. Una disposición en círculo o en semicírculo (que facilita la observación de la pizarra o la pantalla) resulta más adecuada. El profesor debe eludir ocupar siempre una posición “de cabecera” la cual crea la expectativa de que es la fuente primaria del saber. El movimiento, corporal y visual, contribuye a mantener la cohesión y a que todos los participantes se sientan involucrados.
Las técnicas del trabajo docente con pequeños grupos son especialmente adecuadas para determinadas actividades (Cuadro 3).
Cuadro 3. |
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Como puede colegirse las modalidades que mejor se adecuan al trabajo con pequeños grupos son todas aquellas en las cuales se espera una participación activa y gradual de los estudiantes, de acuerdo a la modalidad.
Con independencia de las habilidades propiamente cognoscitivas, la docencia a pequeños grupos es un marco adecuado para que los alumnos desarrollen otras capacidades generales (Cuadro 4) que tributan a su formación profesional. El profesor debe tener en cuenta esta posibilidad y contribuir a su desarrollo.
Cuadro 4. Habilidades generales cuyo desarrollo se facilita en las actividades docentes con grupos pequeños. |
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En la práctica docente es probable que muchos profesores reconozcan implícitamente que estas son metas de valor en el proceso enseñanza–aprendizaje, pero de lo que se trata es de que les sean presentadas a los alumnos de modo explícito, como elementos de metacognición que les serán de utilidad para toda la vida.
Un grupo de recursos útiles para ser aplicados durante el desarrollo de la actividad se presentan en el Cuadro 5.
Cuadro 5. |
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La conveniencia de estos recursos debe resultar evidente. En relación con el arraigado sentimiento profesoral de la necesidad de que en las actividades docentes no dejen de tratarse ninguno de los aspectos previstos en el programa, es conveniente señalar que, desde el punto de vista formativo y del aprendizaje, resulta más provechoso vencer adecuadamente los tópicos fundamentales que cubrir de forma superficial la totalidad de los contenidos.
El trato que el profesor emplea con los estudiantes durante el desarrollo de las actividades docentes a pequeños grupos tiene connotaciones en el terreno de las relaciones interpersonales y del mutuo respeto. Al respecto en el Cuadro 6 se consignan algunas conductas particularmente correctas en este sentido.
Cuadro 6. |
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La observancia de estas reglas contribuirá a la creación del clima de trabajo colectivo requerido en un ambiente agradable y sin rechazos.
La evaluación es un prerrequisito indispensable para el perfeccionamiento de toda actividad. Es muy común que la evaluación en las actividades docentes se interprete y ejecute solamente como un acto de calificación de los estudiantes, emitida por el profesor y que se refiera, de forma casi exclusiva, a los aspectos cognoscitivos. No es inusual que el momento evaluativo se ejecute apresuradamente dado el poco tiempo que se reserva para el mismo. La docencia a pequeños grupos resulta un marco muy propicio para concebir y ejecutar la evaluación en un sentido más integral. Algunas recomendaciones en esta dirección aparecen en el Cuadro 7.
Cuadro 7. |
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Ha resultado de interés para el autor observar el asombro que causa en los alumnos el hecho de que se les solicite evaluar el proceso y a su propio profesor. Al menos en su experiencia ha quedado claro que no llegan a las aulas con esa costumbre y al principio presentan algunas dificultades para involucrarse y asumir estas responsabilidades. A pesar de ello, la mayoría logran captar su significado y trascendencia y se desarrollan de un modo satisfactorio y muy productivo, incluso para el propio docente. Son inconvenientes los cambios relativamente frecuentes de profesores y que no todos aplican sistemas similares, por lo que el estudiante se ve en la necesidad de adaptarse a condiciones y reglas diferentes.
Como en toda actividad humana, en el trabajo docente con grupos pequeños es posible incurrir en errores producto de la inexperiencia o de algunas tendencias profundamente arraigadas en hábitos (Cuadro 8). Tal vez la más sobresaliente y difícil de erradicar es la tendencia a demostrar continuamente a los alumnos lo mucho que sabe el profesor sobre los temas analizados, como si constantemente fuera necesario dejar claro quién debe llevar la voz cantante. Pareciera que lo más difícil de asimilar por el docente es aprender a callar. A otros nos ha disgustado que el aula se “desordene” y pierda la configuración donde se hace evidente quién está a cargo. En la medida en que los profesores vayan venciendo estas limitaciones y costumbres irán descubriendo las posibilidades que surgen utilizando conductas y técnicas menos ortodoxas.
Cuadro 8. |
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A las consideraciones enumeradas en los apartados precedentes quisiéramos añadir las siguientes recomendaciones finales (Cuadro 9).
Cuadro 9. |
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Es conocido que la novedad despierta el interés y la repetición lo adormece. La creatividad e inventiva del profesor debe ponerse de manifiesto presentando a sus estudiantes nuevas formas de ver o abordar el aprendizaje, ensayando alternativas organizativas, distribuyendo diferentes roles y responsabilidades entre los miembros del grupo.
CONCLUSIONES
Al iniciar el trabajo con un nuevo grupo es necesario forjarse una idea del grado de desarrollo que presentan en los diferentes aspectos de su formación integral. El comienzo del trabajo debe tener en consideración este nivel de partida y ajustarse al mismo, pero es necesario que no permanezca invariable a lo largo del curso o asignatura, sino que el estudiante se sienta presionado a avanzar a niveles superiores, con una progresividad a su alcance.
En múltiples ocasiones durante las actividades docentes –e incluso fuera de ellas– se presentan oportunidades aprovechables desde el punto de vista de la asimilación de contenidos, su aplicabilidad o aspectos de formación general vinculados con ellos. El profesor debe tener la suficiente perspicacia para percibirlos y aprovecharlos adecuadamente; no debe temer a apartarse ocasionalmente del contenido pautado para la actividad.
La llamada “maestría pedagógica” es un elusivo atributo que caracteriza a aquellos que llamamos “buenos profesores”.32 Este atributo es una construcción individual formada por variados elementos contribuyentes que incluyen, entre otros, determinadas dotes innatas y, muy destacadamente, los conocimientos y la experiencia personal. El autor agradecerá los comentarios y sugerencias que los lectores le hagan llegar para referirle sus vivencias personales o recomendar nuevas fuentes bibliográficas en relación con la docencia a pequeños grupos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Recibido: 20 de febrero de 2011
Aprobado: 24 de marzo de 2011
Agustín Vicedo Tomey. Universidad de Ciencias Médicas de Ciudad Habana. Cuba. Email: avicedo@infomed.sld.cu