Santa Clara, ene.-abr.
SECCIÓN ENTREVISTA
Realizada al Dr. José Ángel Fernández Sacasas, MsC, Profesor Titular y Consultante de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana
José Ángel Fernández Sacasas
Máster en Educación Médica. Especialista en I y II Grados en Medicina Interna. Profesor Titular y Consultante de Medicina. Presidente de la Sociedad Cubana de Educadores en Ciencias de la Salud Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
Entrevistadora: Dra. Esther Díaz Velis Martínez. Presidenta de la Sociedad de Educadores en Ciencias de la Salud en Villa Clara.
Currículo
Dr. José Ángel Fernández Sacasas
Doctor en Medicina: Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana (1965) (1er expediente). Especialista de I Grado de Medicina Interna (1970). Especialista de II Grado en Medicina Interna (1983). Alumno Ayudante de Propedéutica Clínica (1963-1965). Instructor (Auxiliar) de Medicina Interna (1968-1970). Instructor de Medicina Interna (1970-1976). Asistente de Medicina Interna (1976-1977) Prof. Auxiliar de Medicina Interna (1977-84) Profesor Titular de Medicina (desde 1984) Profesor Consultante de Medicina (2002). Máster en Educación Médica (2003).
Jefe Servicio de Medicina y Vice Director Facultativo del Hospital Docente Covadonga, La Habana (1970-1973). Vice Director Provincial de Salud Pública de La Habana (1973-1974). Vice Director Docente del Policlínico Docente "Alamar" (1974-1977). Vice Decano Docente de la Facultad de Medicina No. 1 ISCM-H (1977-1979). Decano Fundador de la Facultad de Ciencias Médicas "Miguel Enríquez" ISCM-H (1979-1987). Vicerrector Docente del ISCM H (1987-1997). Presidente del Consejo Científico del ISCM-H (1997). Vicerrector de Desarrollo (en funciones) del ISCM-H (2000).
Fundador de la docencia médica superior en tres Instituciones: Hospital Docente Covadonga, Policlínico Docente Alamar y F.C.M. "Miguel Enríquez". Asesor y ejecutor de proyectos de reforma curricular de pre y postgrado en Cuba y el extranjero. Miembro de la Comisión Nacional de Planes y Programas de Estudios de Ciencias Médicas. Miembro del Comité Académico y profesor de la Maestría en Educación Médica, La Habana, (desde 1998). Profesor de la Maestría Internacional en Educación Médica (desde l998) en Cuba, Bolivia, Brasil, Perú, República Dominicana y México (Michoacán). Miembro del Comité Académico del Diplomado Nacional de Educación Médica, La Habana, 2001. Profesor del proyecto Magisterio UDUAL "Formación de Formadores", en Cuba y El Salvador.
Profesor honorario invitado en Universidad Científica del Sur, Lima, PERU, 2001 y en Universidad Autónoma Juan Misael Saracho, Tarija, BOLIVIA, 2001.
Miembro Comité Técnico Asesor del Ministerio de Educación Superior para la Evaluación y Acreditación de carreras universitarias (desde 2003). Presidente Comité de la JAN de acreditación de carreras: Biología, U.H. (2003), Veterinaria, UNAH (2004), Bibliotecología y Ciencias de la Información, U.H. (2005) y Psicología U.H., (SEACU SUM Playa) (2007).
Miembro del Comité Académico del Proyecto Policlínico Universitario (2005). Presidente del Comité Académico de reingeniería de la disciplina rectora del plan de estudios de Medicina (2005). Miembro de la Comisión Nacional de Planes de Estudios: Lic. en Enfermería (2005), Lic. en Tecnología de la Salud (2005), Psicología de la Salud (2005). Asesor principal de las adecuaciones curriculares para estudiantes norteamericanos de la ELAM (2005). Miembro de la Comisión homologación egresados ELAM de Honduras, Junio 2007.
Distinciones recibidas:
Preguntas y respuestas.
En el año 1985 se inicia en Cuba la aplicación de un nuevo plan de estudios para la carrera de medicina, diseñado por una Comisión Central presidida por el profesor Fidel Ilizástigui Dupuy. 1
El pensamiento estratégico del Comandante.en Jefe en relación con el desarrollo del sistema de salud y de la docencia médica2 sirvió de guía en los trabajos para su elaboración.
Precedió a los trabajos de la Comisión Central una amplia discusión a nivel nacional de las principales dificultades y deficiencias que se confrontaban en la educación médica superior y su interdependencia con los que a su vez concernían a la asistencia médica,3 junto a investigaciones acerca de la morbilidad dominante y las principales afectaciones al estado de salud de la población,3 lo cual contribuyó a precisar las necesidades de salud a ser afrontada por el médico a formar, así como la contextualidad y acondicionamientos -de orden sanitario, demográfico,cultural, social, político y científico- que influyen en su formación.
El pensamiento médico dominante concebía una educación médica con enfoque curativo, formación predominantemente intrahospitalaria, especializada,de alta tecnología y poco espacio para la atención primaria de salud.
Era el momento en que también nacía el modelo del médico de familia y se extendía la docencia médica superior a todo el país, también al exterior, al calor de la creciente ayuda médica internacionalista. No se disponía aún de médicos de familia, mucho menos de especialistas y profesores de MGI.
Una experiencia reciente, el modelo de medicina en la comunidad4,5 constituyó un favorable antecedente para la implementación del nuevo currículo. También ejerció influencia el programa de formación ampliada de médicos y de multiplicación de los centros de educación médica superior.
El rasgo distintivo del proceso formativo del médico cubano, a partir de 1985, ha sido centrar la elaboración del plan de estudios en las fortalezas de nuestro sistema de salud,3 concretada en la formación en los escenarios reales -los servicios donde acontece el proceso de atención de salud- con profesores y alumnos actuantes en esos escenarios, lo cual posibilita, en la medida que participan activamente en dichos procesos, desarrollar por los educandos modos profesionales de actuación, que derivarán en competencias profesionales una vez egresados.6
Este abordaje difiere del tradicional, que centra la elaboración del currículo en los intereses, perspectivas y contenidos de las disciplinas académicas y de las especialidades, en vez de en las realidades sanitarias y las demandas del proceso de atención de salud.
El enfoque propuesto para ser viable requiere fortalecer el proceso de integración docente-asistencial-investigativa, que permita a los estudiantes participar activamente en el proceso de atención y transformación de la situación de salud del individuo, la familia y la comunidad. “La educación en el trabajo”, más en una forma de enseñanza se constituye en “el principio rector de la educación médica cubana”, F. Ilizástigui, 1993.7
“Por educación en el trabajo (ET) se entiende la formación y educación, en los servicios (áreas clínicas y epidemiológicas) de los estudiantes a partir de la práctica médica y el trabajo médico y social como fuente de aprendizaje y educación, complementada de actividades de estudio congruentes con esa práctica para la comprensión total de la sociedad, su profesión o especialidad médica”.
“La ET para hacerse realidad y no permanecer como declaración formal tiene que constituir la columna vertical del currículo y cada una de sus unidades curriculares”.
Critica la “concepción pedagógica que privilegiaba el conocimiento y utilizaba o manipulaba la práctica médica y el trabajo como una hipostasia de la teoría y no a la inversa como realmente sucede”.
“Tomar la ET y la práctica médica como lo primero y lo principal se debe a que la práctica transformadora y su expresión más elocuente el trabajo es lo determinante en todo el proceso de la actividad humana. La actividad cognoscitiva y valorativa se dan en el momento de la práctica transformadora, están unidas en un solo haz, pero son secuencia y no motor”.
Ilizástigui se pronuncia en la valoración de la correlación entre "lo académico, lo investigativo y lo laboral" en la teoría y la práctica de la enseñanza superior, por la centralidad de "lo laboral" y toma distancia de privilegiar o sobrevalorar los otros dos aspectos.8
“La relación entre la práctica docente, la práctica investigativa y la práctica médica deben responder a la integración, bajo la categoría principal por excelencia de la actividad humana:la práctica social transformadora. Formación de los estudiantes a partir de la práctica médica y el trabajo médico y social como fuente de aprendizaje y educación, complementada de actividades de estudio congruentes”.
2. ¿Cómo usted valora la correspondencia de este proceso formativo con los reclamos actuales de la educación superior?
Una mirada retrospectiva a la enseñanza de la medicina en el pasado siglo permite percatarnos de importantes inconsistencias conceptuales.9 Un enfoque epistemológico descubre falta de objetividad, al no centrar la formación en la interacción de los educandos con el objeto de estudio, el ser humano en salud y enfermedad. Se generan así excesos teóricos expresados en la primacía de las clases magistrales, el enciclopedismo de los programas y su falta de pertinencia al no disciernen lo esencial de lo accesorio, la no correspondencia con la realidad o demanda de atención de salud, el énfasis en enfermedades o problemas de salud poco relevantes desde el punto de vista de su prevalencia y afectación a la población, así como la prioridad de aquellos tributarios a la alta tecnología y especialistas de campos cada vez más circunscritos. También puede advertirse un insuficiente protagonismo estudiantil, confinado a una función espectadora respecto a los procesos de atención de salud.
En la "Declaración de Edimburgo"10,11 se reconoce que el objetivo de la educación médica es producir médicos que fomenten la salud de todas las personas, objetivo que no cumple en muchos lugares a pesar del enorme progreso durante el siglo XX de las ciencias biomédicas.
El paciente espera poder contar con un médico capacitado que sepa escuchar, sea un observador cuidadoso, comunicador sensible y clínico eficiente; pero ya no es suficiente sólo tratar a algunos de los enfermos. Miles de personas sufren y mueren cada día de enfermedades que son prevenibles, curables o auto infligidas y millones no tienen acceso rápido a ningún tipo de atención de salud.
En relación con los reclamos actuales de la educación superior recomienda acciones a ser emprendidas para mejorar el proceso formativo:
En resumen, valoro el proceso educativo en la carrera de medicina en nuestro país en correspondencia con los reclamos actuales de la educación superior a escala internacional.
3. ¿Por qué de este nuevo perfeccionamiento curricular a la carrera Medicina?
Entiendo obedece a razones prácticas y teóricas.
La falta de correspondencia entre las aspiraciones pedagógicas recogidas en el modelo de profesional a formar y la aplicación del plan de estudios en las condiciones históricas concretas de la época, caracterizada por <la multicontextualidad> y <el poliacondicionamiento> en su aplicación, revela la siempre presente contradicción diseño/proceso, lo cual por necesidad condiciona los resultados y demanda ajustes y rectificaciones como los que pretendemos realizar con este proceso de perfeccionamiento.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
José Angel Fernández Sacasas. Universidad de Ciencias Médicas de la Habana. Cuba. E-mail: sacasas@infomed.sld.cu