La información y comunicación de los resultados de la investigación en salud

Santa Clara, may.-ago.

 

COMUNICACIÓN

 

 

La información y comunicación de los resultados de la investigación en salud

 

Information and communication of health research works outcomes

 

 

Nubia Blanco BalbeitoI; Haydée Abril TrujilloII; Ismenia Domínguez HernándezIII

I Licenciada en Enfermería, Máster en Educación Médica Superior. Profesora Auxiliar. Filial de Ciencias Médicas "Lidia Doce". Sagua la Grande. Villa Clara. Cuba.
II Especialista de II Grado en Estomatología General Integral. Master en Medicina Natural y Tradicional. Miembro Titular de la Sociedad de Medicina Natural y Bioenergética. Profesora Auxiliar. Investigador Agregado. Filial de Ciencias Médicas "Lidia Doce". Sagua la Grande. Villa Clara. Cuba.
III Licenciada en Enfermería. Profesora Auxiliar. Filial de Ciencias Médicas "Lidia Doce". Sagua la Grande. Villa Clara. Cuba.


Palabras clave: Información, comunicación en salud, investigación biomédica.
Key words:
Information, health communication, biomedical research.



 

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha logrado transmitir los conocimientos adquiridos utilizando los más diversos medios. Desde el papiro hasta el formato digital, el fin se ha mantenido invariable: legar la sabiduría a las generaciones subsiguientes.

Hacia el año 300 a.c se fija la aparición de la primera obra de ciencias: Los elementos de Euclides. Las escuelas y universidades medievales desempeñaron un cometido de trascendental importancia en la conservación de la literatura científica.1

A partir del Renacimiento, tal empresa se compartió con las sociedades científicas. La más antigua fue la academia de Lincei (fundada en 1603), que ha sobrevivido hasta hoy. Posteriormente, la llegada de la Rogal Society en Londres (1662) y de la Académis des Sciences en París (1666) marcaron un hito en la historia, al iniciar la publicación de las revistas Philosophical transactions y Memories respectivamente. Innumerable es la lista de publicaciones que han surgido hasta la fecha; basta mencionar algunas de renombre mundial, como Nature y Science. La experiencia acumulada durante todo este tiempo ha servido para establecer patrones en lo que a publicar concierne.1

Una investigación no interesa ni produce impacto, si no comunica en forma clara y organizada sus resultados; este momento es de gran importancia para lograr la aprobación del proyecto, y su introducción en la práctica para solucionar el problema y transformar las situaciones que dieron origen a ella.2 Esta comunicación puede tener diferentes formas; en dependencia de para qué y para quién se realiza puede ser: proyecto o diseño de la investigación, el informe final, un artículo para publicar o un informe para ser presentado en un evento científico, entre otros.2

Para muchos, la comunicación de los resultados, preferiblemente del artículo científico, junto a la introducción de logros en la práctica social, es la etapa que marca el fin de una investigación, y a la vez es el punto de partida para la solución de nuevos problemas derivados de esta. Ello explica la importancia de esta etapa, sin la cual quedaría inconcluso el proceso, lo que significaría una pérdida de tiempo y recursos al no divulgar el nuevo conocimiento con que se solucionaría el problema social que lo generó.

Sin embargo, publicar no constituye una práctica habitual entre los médicos, en particular entre los profesionales que laboran en la atención primaria de salud; de ahí que resulte importante crear una cultura que garantice la publicación de los trabajos, como vía para perfeccionar la labor que desempeñan en la comunidad, al incorporar los conocimientos a la cotidianidad laboral.1

La comunicación de los resultados de las investigaciones científicas requiere dos elementos: transmisor y receptor. El primero transmite el mensaje o comunicado escrito, y el segundo lo recibe. Esta transmisión de información se realiza con la garantía de que lo comunicado por el transmisor sea recibido por el receptor, quien a su vez comprobaría el éxito de la transmisión si puede repetir el mensaje con igual precisión; es decir, de la misma forma como le fue transmitido. Para una transmisión completamente satisfactoria de un escrito se requiere claridad, sencillez y orden. La redacción científica sacrifica la belleza de los adornos literarios en virtud de la exactitud del mensaje.3 Un tecnicismo aislado no ofrece las bases necesarias para alcanzar una comunicación eficiente; por tanto, el profesional requiere cambiar la correcta forma de exponer sus pensamientos con el conocimiento que posee sobre su campo de especialización.

La divulgación de los resultados de la investigación se ha realizado, históricamente, por dos vías básicas: su informe y la participación en eventos científicos.4 La primera variante consiste en la redacción de un texto que se envía a los interesados, en el cual se exponen sus resultados parciales o finales. Como esto se materializa en la elaboración de un documento, es posible aplicar todas las ideas y consejos prácticos sugeridos en la utilización de las tecnologías informáticas. Toda investigación que demande un esfuerzo considerable para su desarrollo debe redactarse y publicarse con el cuidado requerido, con estilo claro y apropiado. El lenguaje debe transmitir el mensaje con el menor número posible de palabras, pero con la elegancia que merece el estilo científico.3

La segunda variante: evento científico (incluida su presentación y discusión ante el equipo de trabajo), hasta fecha reciente consistía en la utilización de diapositivas, transparencias o ambas. Su elaboración obligaba a los investigadores a saber dibujar y escribir con esmero y cuidado sobre las transparencias, y a saber tomar fotografías con una cámara normal, o tal vez especial, adaptada a instrumentos, como los microscopios. Otra habilidad necesaria consistía en saber utilizar equipos, como el proyector de vista fijas o el retroproyector. Hoy el panorama va cambiando rápidamente, a tono con la introducción acelerada de potentes medios y softwares para la presentación de trabajos.

Los autores de este artículo forman parte de un colectivo de profesores que imparte clases en la carrera de Psicología de la Salud de la Filial de Ciencias Médicas de Sagua La Grande, Villa Clara, con más de 5 años de experiencia en la impartición de la asignatura Metodología de la Investigación. La disciplina rectora de esta nueva profesión, Psicología, ha remodelado su enfoque, modificando sus métodos. Así, del modelo individual restrictivo de la orientación clínica, ha pasado al modelo social expansivo para dar respuesta a las necesidades de atención integral al hombre en las comunidades y al pensamiento salubrista actual.5 Se presenta como una construcción progresiva que se refiere a los aspectos de aplicación y ejercicio profesional y no como simples yuxtaposiciones que en el quehacer psicológico no son infrecuentes.6

La Psicología de la Salud como rama aplicada de las Ciencias Psicológicas estudia el papel de lo psíquico en la determinación, causa y evolución del proceso salud-enfermedad. En la medida que contribuye a la prevención y a la promoción de salud, contribuye al desarrollo de la personalidad.6 Cuba es reconocida como el país donde surgió y en el que más se ha desarrollado la Psicología de la Salud.5
La experiencia demuestra que es necesario organizar más rigurosamente la investigación científica para hacer de esta una herramienta fundamental del proceso de la educación.7

Se habla sobre la investigación interdisciplinaria, la investigación fundamental y aplicada, el enfoque sistémico del proceso educacional y la necesidad de aproximar la investigación pedagógica a los requisitos de la enseñanza, pero no se ha hecho mucho en este sentido. La integración de la investigación, la docencia y asistencia es un principio fundamental de la enseñanza y hace muy poco ha empezado a impulsar la investigación científica en diferentes campos. Es tiempo ya de que en la investigación pedagógica se dé el salto también y se ofrezcan en la práctica soluciones verificadas, que aceleren el proceso en el campo educacional y social.

Todos los que se comprometen en la investigación pedagógica tienen que partir de algunas tesis comunes, específicas del campo de la educación, el carácter interdisciplinario de la misma y el enfoque sistémico para ofrecer soluciones verificadas y aplicables. Las vías del perfeccionamiento de la actividad educacional son múltiples y variadas, pero ninguna puede ignorar la investigación científica. La psicopedagógica puede llegar a ser una herramienta fundamental del perfeccionamiento de la actividad educativa, en cuanto a la orientación, el contenido, la metodología y el marco organizativo. Se hace cada vez más importante orientar la investigación hacia los temas prioritarios, entre ellos, los problemas fundamentales, cuya solución garantice el éxito del trabajo educativo.7

A partir del perfil de futuro egresado de la carrera de Psicología de la Salud, los autores diseñaron una serie de acciones metodológicas que permiten la interdisciplinariedad con las disciplinas básicas de la profesión y las asignaturas de Redacción y Estilo e Informática, aplicables a las investigaciones estudiantiles. Especial énfasis se puso en la manera de comunicar sus resultados, considerada una de las limitaciones de carácter general entre la mayoría de los profesionales de la salud, de modo que este ejercicio se convirtió en una vía que propicia su entrenamiento para la información y la comunicación de los resultados en las investigaciones de salud.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Bayarre H, Hersford R. La comunicación de los resultados. En: Metodología de la investigación. La Habana: Ecimed; 2004. p. 54-77.
  2. Colectivo de autores. Acerca del proyecto de la investigación y la elaboración del informe final. En: Metodología de la investigación educacional: desafíos y polémicas actuales. La Habana: Ecimed; 2006. p. 2004-233.
  3. Pardo de Vélez G, Cedeño Collazos M. Informe de investigación. En: Investigación en salud: factores sociales. Mèxico: Mc Graw-Hill Interamericana; 1998. p. 293.
  4. Farell Vázquez GE, Egaña Morales E, Fernández Gutiérrez F. Investigación científica y nuevas tecnologías. La Habana: Científico-Técnica; 2003.
  5. Quiñones I. Mapolón Y. Estrategias de la disciplina psicología de la salud en el Programa Nacional de Atención al paciente con retinosis pigmentaria. Rev Hum Med. 2005 Ene;5(1):6.
  6. Stone GC. Psicología de la salud. Una definición amplia. Rev Latinoam Psicol. 1988;1(20):15-26.
  7. Sierra Salcedo RA. Modelación y estrategia: algunas consideraciones desde una perspectiva pedagógica. La Habana: Pueblo y Educación; 2002.

 

 

Recibido: 13 de diciembre de 2010
Aprobado: 6 de enero de 2011

 

Lic. Nubia Blanco Balbeito. Filial de Ciencias Médicas “Lidia Doce Sánchez” Sagua la Grande. Universidad de Ciencias Médicas. Villa Clara. Cuba.

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