La preparación pedagógica, necesidad impostergable para los tutores en la especialidad de Obstetricia y Ginecología

Santa Clara sep.-dic.

 

ORIGINAL

 

La preparación pedagógica, necesidad impostergable para los tutores en la especialidad de Obstetricia y Ginecología

 

The pedagogical preparation, a necessity for tutors in the Obstetrics and Gynecology specialty

 

 

Juan Antonio Suárez GonzálezI; Ydalmis Gómez GonzálezII; Mario Gutiérrez MachadoIII; Gudelia Maira Crespo PereiraIV

I Doctor en Medicina. Especialista de I y II Grados en Obstetricia y Ginecología. Máster en Atención Integral a la Mujer. Profesor Auxiliar. Hospital Ginecoobstétrico Docente “Mariana Grajales”. Santa Clara. Villa Clara. Cuba.
II Licenciada en Educación. Máster en Ciencias de la Educación. Asistente. Hospital Ginecoobstétrico Docente “Mariana Grajales”. Santa Clara. Villa Clara. Cuba.
III Especialista de I y II Grados en Obstetricia y Ginecología. Máster en Urgencias y Emergencias Médicas y en Atención Integral a la Mujer. Asistente. Hospital Ginecoobstétrico Docente “Mariana Grajales”. Santa Clara. Villa Clara. Cuba.
IV Licenciada en Educación. Máster en Ciencias de la Educación. Asistente. Hospital Ginecoobstétrico Docente “Mariana Grajales”. Santa Clara. Villa Clara. Cuba.


RESUMEN

Se realizó una investigación descriptiva con el objetivo de identificar las modalidades de preparación pedagógica cursadas y la producción científico educacional de los tutores del Hospital Universitario Ginecoobstétrico “Mariana Grajales” de Villa Clara. Para ello se aplicó un cuestionario a los docentes, se revisaron los convenios individuales, los expedientes de cuadros docentes y los archivos del departamento de docencia e investigación de la institución. Se constata que el claustro está formado por 53 profesores tutores, que en su mayoría han cursado la formación básica en educación médica, y las publicaciones e investigaciones de corte pedagógico resultan mínimas en comparación con el resto de las temáticas científicas, y no cuentan con alguna preparación sobre enseñanza tutelar. Se alude a la necesidad de implementar acciones gerenciales docentes que favorezcan la dirección acertada del proceso enseñanza aprendizaje en el postgrado, como necesidad impostergable para los tutores.

Palabras clave: Educación de postgrado, ginecología, obstetricia, tutor, enseñanza tutelar, especialidad, educación médica.


ABSTRACT

A descriptive research work was carried out with the objective to identify the modalities, the pedagogical preparation received and the scientific and educational production of the professors who assume the tutorial teaching at the Mariana Grajales Gynecological university Hospital. A questionnaire was applied to the professors and there were checked the individual working agreements and their personal records as well as the institution teaching and researching files. The teaching staff has 53 professors, the majority of them have received a basic formation in medical education, but their publications and research works dealing with pedagogical aspects are very few compared to other scientific topics and they lack knowledge about tutorial teaching. It is stated the necessity to carry out teaching actions which favor the proper direction of the post graduate teaching-learning process, which is a remarkable necessity for tutors.

Key words: pedagogical preparation, Postgraduate education, specialist tutor, Obstetrics, Gynecology, medical education.


 

INTRODUCCIÓN

La educación de postgrado en el siglo XXI cobra cada día mayor significación1 por lo hay que verla, no sólo como cursos que se imparten, sino como todo un sistema. Numerosos egresados de las universidades tienen el encargo social de asumir la continuidad de la formación de nuevos profesionales, sin tener preparación de índole pedagógica, la cual se debe intencionar a través de diferentes vías que les permitan la toma de conciencia de la necesidad del conocimiento de las ciencias pedagógicas para que el proceso formativo sea eficiente.

La educación médica cubana está viviendo un momento trascendental en su historia. Nuevos paradigmas se abren paso, aparecen nuevas formas de hacer y decir en el bregar diario de formar profesionales de la salud para Cuba y otras partes del mundo.

La universalización, uno de los principios de la educación cubana,2 es posible porque a lo largo de décadas, a través del sistema de preparación pedagógica de los claustros de profesores de la educación superior, y en especial de la educación médica, se ha brindado preparación pedagógica a profesionales de la salud que no la tenían, ya que no está contemplada en su formación de pregrado, lo que les ha permitido enfrentar la docencia a lo largo y ancho del archipiélago cubano y en otras latitudes del mundo, con un alto reconocimiento social.

Para lograr una verdadera dirección científica del proceso pedagógico, se requiere que los profesores y tutores tengan una sólida preparación en pedagogía y didáctica, teniendo en cuenta el nuevo paradigma de la pedagogía cubana en su nuevo modelo.1

La pedagogía concentra su atención en el estudio de la actividad del educador y del educando en correspondencia con la concepción característica del proceso pedagógico, sobre esta base se elaboran la teoría y la metodología de su dirección y organización, y se perfeccionan el contenido, los métodos y los medios.1

El perfeccionamiento del sistema nacional de educación plantea continuamente la preparación del personal docente en lo pedagógico y metodológico de cada asignatura. No basta solo con que el profesor conozca los objetivos y contenidos de los programas que se imparten, debe conocer también los objetivos que cumple su asignatura en el plan de estudio general, cómo dirigir acertadamente la actividad cognoscitiva de sus alumnos, cuáles son las etapas y los componentes estructurales del proceso docente educativo. Con todo esto se puede ver con claridad la importancia del trabajo metodológico organizado y controlado.

En los momentos actuales, dado el auge impetuoso de las nuevas tecnologías y las demandas sociales en materia de salud, el avance de las especialidades médicas ha permitido la introducción y desarrollo de tratamientos de complejidad cada vez mayor, todo lo cual exige una preparación dinámica y actualizada de los recursos humanos, de manera que proporcionen una atención a la salud sin riesgo, innovadora e integral. Esto supone que los docentes actúen como guías, asesores, modelos o puntos de referencias en el proceso de aprendizaje y en tal sentido la figura del tutor se reafirma como elemento fundamental en la formación integral del especialista.

El cúmulo de conocimientos cada día es mayor, lo que implica una necesidad de ser eficientes en el proceso formativo de los profesionales de la salud y brindarles a los estudiantes durante el pregrado, no solamente los conocimientos necesarios de la ciencia en particular, sino las herramientas para que ellos se puedan apropiar de los avances científico-técnicos de manera permanente.

La formación de los profesionales de la salud se basa en el principio martiano y marxista de la vinculación del estudio con el trabajo. Es la forma organizativa denominada educación en el trabajo, fundamental dentro de la organización del proceso docente educativo en el ciclo clínico de las diferentes carreras de la educación médica, cuya forma superior es la enseñanza tutorial, basada en la relación individual o de pequeños grupos. En ella el estudiante se forma integralmente, interactuando con los restantes integrantes del equipo de trabajo de manera activa, desarrollando el rol que a cada cual le corresponde y bajo la dirección del profesor jefe del equipo, así se capacita un profesional que brinda atención médica y de enfermería integral a las personas sanas o enfermas y a la colectividad, contribuyendo a la transformación del estado de salud del individuo, la familia y la comunidad.

El principal objetivo de la educación en trabajo es contribuir a la formación de las habilidades y hábitos prácticos que caracterizan las actividades profesionales del egresado de ciencias médicas; a la adquisición de los métodos más avanzados de trabajo y el desarrollo de los rasgos que conforman su personalidad en la sociedad socialista.

Para que esto constituya una realidad es imprescindible contar con un claustro de profesores preparados en el campo de las ciencias pedagógicas, a fin de que el proceso formativo de los futuros profesionales de la salud sea cada día más eficiente y donde se apliquen las tendencias actuales de la Pedagogía; lo cual se logra a través de las distintas vías de superación planificadas para el personal docente, entre ellas: cursos, talleres, diplomados, etc; estas se complementan con el sistema de trabajo metodológico de los respectivos departamentos docentes de donde son parte activa los profesores. Para que la universidad pueda cumplir sus tareas académicas, laborales e investigativas requiere de profesores preparados, no solo en el contenido científico, sino en saber enseñar y adiestrar al profesional que necesita la sociedad. De ahí la importancia de brindarles a los profesores las herramientas pedagógicas imprescindibles, para que los estudiantes aprendan a aprender.3 En estos momentos, los retos que afronta la educación superior para el presente siglo plantean la necesidad de estructurar un nuevo proceso educativo fundamentado en los principios de excelencia, calidad y eficiencia, tanto internacionalmente como en Cuba. Las escuelas y facultades de Medicina de todo el mundo, en mayor o menor escala han iniciado este trabajo, con una característica especial: integrar la educación a los procesos productivos y los servicios, con el propósito de mejorarlos.

En consecuencia los autores del trabajo procuran identificar la preparación pedagógica y producción científico educacional de los tutores de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Ginecoobstétrico “Mariana Grajales” de Villa Clara.

DESARROLLO

Se realiza un estudio descriptivo de corte transversal con los tutores de Ginecología y Obstetricia perteneciente al mencionado hospital, en el período comprendido entre enero del 2010 a enero del 2011.

Para la obtención del dato primario se aplicó un instrumento en forma de cuestionario que recoge la experiencia pedagógica de cada docente, se revisaron los convenios individuales, los expedientes de cuadros docentes y los archivos del departamento de docencia e investigación de la institución. A partir de estos datos se confeccionó una base de datos en el programa SPSS versión 11 para Windows.

Resultados

La pirámide docente del claustro se sustenta sobre una base de profesores con categoría de Instructor en su mayoría, 27, (50,94% del total) seguidos del rubro de Asistente, 12 profesores (22,64%) aunque en los últimos años ha existido un alza en la categorización de profesores Auxiliares que ya son 11; (20,75%). Solamente hay 2 profesores Titulares (3,77%), pues de tres existentes, los autores de este artículo lamentan la pérdida física, ocurrida recién, de un prestigioso docente de la cátedra con esta categoría principal. (Tabla 1)


Tabla 1. Distribución de los tutores según categoría docente.

Categoría docente

No.

%

Titular

2

3,77

Consultante

4

7,54

Auxiliar

11

20,75

Asistente

12

22,64

Instructor

27

50,94

Fuente: Registro Departamento Docente.

El tiempo medio en la docencia del claustro resultó de 10,24 años con una DS de 2,05.

Se indagó sobre las actividades de superación recibidas y se observa que 42 docentes (79,24%) tienen el curso de pedagogía básica, mientras que 12 (22,64 %) han egresado del diplomado de pedagogía superior y solo uno culminó estudios en la maestría de Educación Médica. Merece destacarse que el mayor por ciento está en la formación básica.

La tabla 2 registra el comportamiento de la producción científica del claustro tanto en el campo de la profesión como en el ámbito pedagógico, y en ella se constata que las publicaciones e investigaciones de corte pedagógico resultan mínimas en comparación con el resto de las temáticas científicas, aunque en sentido general existe una pobre participación de los docentes en estos aspectos. Estos resultados no resultan idóneos en un claustro donde existen condiciones materiales y humanas para mostrar resultados cualitativamente superiores en la productividad científica. La formación continuada de los tutores y residentes redunda en mejores resultados científicos y la actualización de los conocimientos es una necesidad impostergable para ambos.

Tabla 2. Producción científica de los tutores.

Producción científica.

Tienen

No tienen

No.

%

No.

%

Investigaciones actuales.

16

30,18

37

69,81

Investigaciones de corte  pedagógico

1

1,88

52

98,11

Publicaciones últimos 5 años.

28

52,83

25

47,16

Publicaciones últimos 5 años, de corte pedagógico

1

1,88

52

98,11

Fuente: Registro Departamento Docente.

Discusión

La Revolución ha planteado la necesidad de formar a los nuevos médicos desde el inicio y durante toda la carrera en los escenarios de la Atención Primaria de Salud y puede decirse con toda certeza que ello constituye un novedoso cambio en la educación médica.

Si se parte del concepto de que la educación superior constituye un elemento insustituible para el desarrollo social, la producción, el crecimiento económico, el fortalecimiento de la identidad cultural, el mantenimiento de la cohesión social y la promoción de la cultura por la paz, entre otros muchos aspectos, se comprende la importancia de este empeño.4,5

Los actuales residentes deben aprender más en menos tiempo, e incluir en su superación áreas del conocimiento que previamente no eran consideradas, en sus currículos docentes. Por otra parte, y como ejemplo de lo anterior, es claro que el ginecólogo debe cumplir hoy un rol mayor en la salud de la mujer, vista esta desde un punto de vista integral. Estudios norteamericanos muestran que el ejercicio profesional del ginecólogo obstetra ha ampliado su horizonte en la atención primaria de la mujer,6,7 de hecho, aproximadamente el 50% de los especialistas certificados proporcionan atención primaria a más de la mitad de sus pacientes.8

Por otra parte, los nuevos conocimientos hacen que actualmente no se conciba un programa en que al residente no se le instruya en las aplicaciones clínicas de la biología molecular (ejemplo: diagnóstico prenatal),9 ultrasonografía, laparoscopía, atención primaria, medicina preventiva, medicina basada en la evidencia, ética y neonatología.1 El cuerpo docente debe ser calificado y acreditado, con cobertura suficiente para cumplir los objetivos del programa y de todas las áreas de la especialidad, por ello deben mostrar interés en la docencia, la investigación y en su propia educación continua.10

El educando, como el educador, necesitan prepararse para asumir los nuevos roles que requiere la educación actual. La función del profesor como mero transmisor de información se ha ido transformando en la de organizador y director del proceso docente. Se producen cambios en la situación socio-psicológica del aula, que implican cambios en las actitudes de los docentes: la autoridad del maestro, que imponía subordinación a los estudiantes, debe sustituirse por la colaboración entre docentes y discentes. Esto supone nuevas exigencias al profesor, una mayor capacitación psicopedagógica y el desarrollo de habilidades comunicativas para organizar la interacción con los alumnos a fin de dirigir su actividad.

Los profesores desde la actividad conjunta con sus estudiantes puedan enseñar a pensar, a resolver problemas, a interpretar los resultados, argumentar, diagnosticar, etc. Cuando esto se haga se estará apoyando a la formación de las habilidades intelectuales de los estudiantes, las que no solamente son necesarias para la profesión, sino para la vida integral del hombre, ya que ellas ayudan a la cimentación de la personalidad.

Durante la formación postgraduada del residente, el tutor debe emplear técnicas y procedimientos pedagógicos que le permitan desarrollar los modos de actuación profesional formulados en el programa de la especialidad en el marco de las actividades de la educación en el trabajo, además debe tener una preparación que le facilite la conducción del tutelado en su trabajo de terminación de la especialidad y en el desarrollo de habilidades investigativas. El perfeccionamiento del tutor en estos métodos debe convertirse en una necesidad sentida para ejercer sus funciones docentes. Adquirir herramientas que les faciliten estas acciones, superarse constantemente en pedagogía, metodología de la investigación y en su propia especialidad, son las necesidades que tiene el tutor actualmente para perfeccionarse.

Cada día la sociedad demanda con más fuerza a las universidades la formación de profesionales competentes. Su calidad depende no solo de los conocimientos y habilidades que desarrollen en los currículos universitarios sino también de los intereses y valores que regulan su actuación profesional.11,12

Los nuevos retos y desafíos de la docencia de las ciencias médicas en la actualidad depara creatividad, flexibilidad, inteligencia, capacitación y responsabilidad por parte del claustro profesoral para conjuntamente con el estudiantado universitario poder lograr mediante las diversas formas organizativas docentes, la independencia cognoscitiva del futuro profesional de la salud.

El sistema de enseñanza para la formación de especialistas se apoya en el principio de la educación cubana de vincular al hombre con la vida y a la educación con el trabajo. En la educación en el trabajo, el papel del profesor y el residente difieren de las formas tradicionales de la enseñanza. El profesor deja de ser fuente básica del saber y del hacer y se convierte en un tutor cuya función es orientar y organizar las condiciones que favorecen el aprendizaje. Por otra parte, el residente se convierte en objeto de su propio aprendizaje al trabajar y estudiar independientemente.

Al enfrentarse al desempeño de su actividad profesional, el residente aprende por sí mismo, adquiere independencia en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y en la toma de decisiones ante problemas de salud, y aplica la creatividad y el criterio científico necesarios para solucionar cada situación. El estudio independiente le hace adquirir hábitos y habilidades que le permiten buscar información científico-técnica para mantenerse al día en su especialidad.

Cambian radicalmente las funciones didácticas del profesor al desplazar el énfasis del proceso docente de la enseñanza hacia el aprendizaje, de la dependencia a la independencia cognoscitiva.2 En este sistema, el profesor deja de ser la fuente básica y a veces única del saber y del hacer, deja de ser el transmisor de la información para convertirse en un orientador, en un organizador de las condiciones que favorezcan el aprendizaje y en un controlador, en un regulador de la estrategia y del ritmo del sistema de enseñanza y aprendizaje.

Entre las múltiples funciones de la actividad tutelar, son muy importantes los conocimientos pedagógicos para el cumplimiento de los objetivos fundamentales de la enseñanza, en lo referente a la intención de un proceso dirigido a la transformación que se aspire a alcanzar en los educandos y que comprende no solo la instrucción sino también la educación. Es necesario reiterar que para enfrentar los retos de la enseñanza tutelar debe profundizarse en los conocimientos pedagógicos, de los que deben dotarse a todos los tutores, para de esta manera brindarles las herramientas necesarias para perfeccionar su trabajo.

La experiencia del tutor desempeña un papel muy importante, teniendo en cuenta la enorme cantidad de conocimientos, habilidades y valores que puede desarrollar a sus residentes, son los llamados a conducir activamente el proceso de enseñanza-aprendizaje. La bibliografía consultada resalta la importancia de la experiencia acumulada de los tutores.11 Estos, con su experiencia, constituyen una parte del conjunto de recursos humanos educacionales que representan para el residente quienes más le facilitan el "aprender a aprender".11

A partir del análisis realizado por varios autores en Cienfuegos, se entiende entonces la tutoría como una parte de la responsabilidad docente, en la que se establece una interacción más personalizada entre el profesor y el estudiante, con el objetivo de guiar su aprendizaje, adaptándolo a sus condiciones individuales y a su estilo de aprender, de modo que cada estudiante alcance el mayor nivel de dominio posible. En este contexto, se puede definir al tutor como el profesor que tutela la formación humana y científica de un estudiante y le acompaña en sus procesos de aprendizaje.13
La tutoría juega un papel decisivo para el logro del principal paradigma de la nueva universidad el cual se sustenta en brindar un acceso masivo y garantizar permanencia y un egreso de calidad, frente a modelos que buscan la eficacia en la selección.14-18

Una alternativa de la superación profesional de los tutores, derivada de sus necesidades, consiste en diseñar una estrategia dirigida a ese fin. Como resultado de la sistematización de varios conceptos se concuerda con la definición dada por Lavín19 que la define como la determinación que se adopta al prescribir las necesidades partiendo de etapas, con acciones bien definidas, planificadas y diseñadas en un orden metodológico, que den lugar al cumplimiento de los objetivos que se propone su autor.

Sin embargo, los tutores no cuentan con algún tipo de preparación pedagógica específica para la enseñanza tutelar, elemento crucial para perfeccionar la labor en la formación de los residentes de Obstetricia y Ginecología, puesto que deben orientarlo y acompañarlo en la construcción de su formación integral como especialistas.

Por otra parte, el trabajo metodológico es la labor realizada por los sujetos que intervienen en el proceso docente educativo, apoyados en la Didáctica, con el propósito de alcanzar óptimos resultados en aquel; y se concreta, fundamentalmente, en su desarrollo eficaz para lograr una adecuada integración de las clases con la actividad investigativa y laboral, así como con las tareas de alto impacto social y otras de carácter extracurricular que cumplen los estudiantes.20

El profesor tutor es el responsable fundamental de que el proceso formativo que desarrolla posea la calidad requerida, y para ello debe poseer una adecuada preparación pedagógica y dominar los contenidos que imparte; así como orientar, controlar y evaluar a los educandos para lograr un adecuado dominio de los contenidos del programa.20

Luego, debe implementarse una labor metodológica que favorezca la preparación del tutor, y utilizar el convenio docente como opción de utilidad en esta faena, pues todo ello redundará en el desarrollo de un proceso formativo postgraduado de calidad.

CONCLUSIONES

En el estudio se constata que la mayoría de los docentes tutores de la cátedra de Obstetricia y Ginecología han cursado la formación básica en educación médica, y realizan pocas investigaciones de corte pedagógico, por lo que deben implementarse acciones que intencionen una mejor preparación en este sentido, con énfasis en la enseñanza tutelar, a fin de que se apropien de las herramientas necesarias para dirigir acertadamente la formación integral de los futuros especialistas, de modo que este tipo de superación se convierta en una herramienta efectiva para el desarrollo de un proceso enseñanza aprendizaje de calidad en el postgrado.

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  20. Ministerio de Educación Superior. El trabajo metodológico. En: Reglamento del trabajo docente metodológico. Resolución No 210/2007. La Habana: Ministerio de Educación Superior; 2008. p. 14-41.

 

 

Recibido: 22 de diciembre de 2011
Aprobado: 18 de abril de 2012

 

Juan Antonio Suárez González. Hospital Ginecoobstétrico Docente “Mariana Grajales”. Santa Clara. Villa Clara. Cuba. E mail: jasuarez@hmmg.vcl.sld.cu



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