La formación de formadores ante los cambios de la educación médica

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COMUNICACIÓN

 

La formación de formadores ante los cambios de la educación médica

 

Formation of educators in face of the changes in medical education

 

 

Dr. Agustín Vicedo Tomey

Dr. en Ciencias Médicas. Profesor Titular de Bioquímica. Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas “Victoria de Girón” (ICBP). La Habana, Cuba.


Palabras clave: Educación médica superior, universalización de la enseñanza, formación.
Key words: Higher medical education, universalization of teaching, formation of educators.


 

Una de las mayores fortalezas de los centros de Educación Superior en Cuba ha sido el proceso continuo de formación y desarrollo del claustro, estructurado alrededor del sistema de Categorías Docentes y de Grados Científicos. Este importante atributo está presente de modo relevante en los Centros de Educación Médica Superior, los cuales también se benefician del sistema de especialidades médicas – extendido a otras profesiones de la salud.

 

Iniciativas en la formación de formadores

Con vistas a satisfacer necesidades particulares de los encargados de la formación de profesionales de la salud, en los últimos años la Escuela Nacional de Salud Pública ha sido pionera en la estructuración y desarrollo de una Maestría en Educación Médica, cuyo eje conductor ha sido la capacitación del profesorado para la ejecución de investigaciones educacionales de mediana complejidad en el campo de las Ciencias de la Salud. Con posterioridad esta maestría, versiones de la misma y diplomados derivados de ella, se han extendido al Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara y otras instituciones vinculadas a la Educación Médica de nuestro país.

En términos generales estos mecanismos para la formación de formadores, es decir para la preparación integral del profesorado y los cuadros de los Centros de Educación Médica Superior, han resultado adecuados en tanto se desarrollaron en los marcos tradicionales de la enseñanza universitaria. Con la universalización de la enseñanza, el privilegio otorgado a la docencia médica en los escenarios de la atención primaria–policlínicos, consultorios y comunidad- y el surgimiento de los Profesores Integrales (PI), especialistas en Medicina General Integral encargados de la enseñanza de las Ciencias Básicas Biomédicas, el sistema de formación profesoral se enfrenta a nuevos retos y requerimientos de cambios para satisfacer las actuales necesidades.

Con anterioridad el sistema de formación de formadores estuvo dirigido a profesores con formación docente previa–que no es lo común entre los PI-por lo que se encaminaba a satisfacer necesidades de aprendizaje comunes, jerarquizando la función investigativa educacional mediante formas tradicionales (maestrías, diplomados) que adoptaban la modalidad presencial o semi-presencial.

Cambios actuales en la Educación Médica

En la actualidad estamos frente a una masificación de la función educativa y, sobre todo, ante el surgimiento de un tipo inédito de profesor para cuya formación no existen experiencias previas ni modelos a seguir en nuestras instituciones, manifestándose las más diversas opiniones en cuanto a los roles que deben desempeñar y la preparación que deben recibir. Estos nuevos actores de la docencia médica tienen necesidades de aprendizaje diferenciadas, puesto que sus experiencias educativas y el dominio de las diferentes disciplinas que enseñan son muy diversos. Debe tenerse en cuenta, además, la dispersión y diversificación de los escenarios docentes y los novedosos recursos de aprendizaje de que disponen para su labor.

Requisitos de la formación de formadores en las nuevas condiciones

Las condiciones señaladas imponen particulares requisitos a la formación de formadores. En particular será necesario tener en cuenta la imprescindible individualización y flexibilidad de los programas, encaminados inicialmente a la capacitación en el desempeño docente. Especial atención merecerán las nuevas modalidades de enseñanza que habrán de emplearse y la necesidad de desarrollar la independencia e iniciativa de modo que se consiga explotar al máximo las condiciones locales – variables de uno a otro escenario. Como tanto se repite y poco se ejecuta, la evaluación curricular de esta formación deberá planificarse y realizarse con rigurosidad para garantizar los ajustes necesarios y conocer su impacto en los puestos de trabajo.

Algunas posibles necesidades de los nuevos profesores

Con el surgimiento del Plan de Formación del Nuevo Médico Latinoamericano, se han realizado estudios para tratar de establecer las necesidades de aprendizaje de los PI.1 Estos esfuerzos han estado centrados en los requerimientos de estos profesores en relación con las disciplinas biomédicas cuya enseñanza tienen a cargo. Algunos programas de preparación docente se han propuesto y ejecutado con variable grado de sistematicidad y aún carecemos de una evaluación de sus resultados. Todavía persiste en algunos directivos y profesores la ilusión de que los PI podrán alcanzar el dominio de las diferentes Ciencias Básicas Biomédicas que, hasta ahora, han sido enseñadas por especialistas de cada una de las diferentes disciplinas académicas. Obviamente los PI deberán poseer conocimientos de las Ciencias Básicas a su cargo, pero será necesario determinar con precisión los contenidos y su nivel de profundidad, haciendo una selección adecuada y renunciando a la meta–difícilmente alcanzable - de contar con un especialista en todo; problema que no consideramos que pueda solucionarse a través de las llamadas “disciplinas integradoras” que, bautizadas con neologismos de significado cuando menos discutible,2 resultan en aposiciones o collage de segmentos parcialmente modificados de programas de corte tradicional.3,4  

Tan relevante como el conocimiento de los contenidos seleccionados de las diferentes disciplinas que enseña, los PI seguramente requerirán capacitación en campos tales como la conducción de pequeños grupos de aprendizaje, la evaluación formativa y certificativa personalizada, los métodos para alcanzar el desarrollo de rasgos positivos de la personalidad, la utilización de métodos activos de enseñanza – con énfasis en la enseñanza basada en problemas - el empleo creativo de los recursos tecnológicos y, en suma, las competencias específicas requeridas para una labor tutelar a fin de lograr el desarrollo integral de los educandos para lo cual se requieren competencias específicas.5

Posibles estrategias en la formación de formadores en la actualidad

Para planificar y ejecutar adecuadamente la formación de este nuevo tipo de profesor integral será necesario llevar a cabo una caracterización minuciosa de los escenarios docentes y las modalidades de enseñanza empleados. Resultará imprescindible establecer sus necesidades de aprendizaje, pero no sólo como grupo, sino a nivel individual de modo que se pueda ofrecer un amplio abanico de módulos alternativos de formación que se adecue a la formación y experiencia previa de cada uno. Las instituciones formadoras tendrán que establecer un vínculo permanente con los PI de modo que los mismos mantengan una formación continuada basada principalmente en actividades no presenciales y la tutela de profesores de experiencia. Será necesario repensar y crear un sistema certificativo y de estimulación adecuado y, desde luego, evaluar el impacto de estas acciones sobre su desempeño.

Aún cuando la preparación adecuada de los PI requerirá de importantes esfuerzos, adecuaciones y cambios de pensamiento, su labor con los estudiantes en los escenarios de la atención primaria nos llevan al convencimiento de que esta empresa redundará en beneficio de la formación de nuestros médicos y de la atención de salud a nuestro pueblo.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Tomé O, Nogueira M. Identificación de necesidades de aprendizaje en profesores del programa de formación del médico integral comunitario. Educ Med Sup. 2007;21(4):1-13.
  2. Ferreira G. Hacia la integración curricular en la educación superior: reflexiones, necesidades y propuesta para la disciplina integradora. Rev Iberoamer Educ [serie en Internet]. 2004 [citado 14 Abr 2008];4(2):[aprox. 3 p.]. Disponible en:
    http://www.rieoei.org/deloslectores/789Ferreira.PDF
  3. Cañizares C, Sarasa N, Labrada C. Enseñanza integrada de las ciencias básicas biomédicas en medicina integral comunitaria. Educ Med Sup. 2006;20(1):1-6.
  4. Vicedo A. La integración de conocimientos en la educación en ciencias de la salud. Presentado en educación médica para el siglo XXI. Hacia la equidad en salud. La Habana; 2008.
  5. Nogueira M, Rivera N, Blanco F. Competencias docentes del médico de familia en el desempeño de la tutoría en la carrera de medicina. Educ Med Sup. 2005;19(1):1-10.

 

 

Recibido: 7 de abril de 2009
Aprobado: 17 de mayo de 2009

 

Dr. Agustín Vicedo Tomey. Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas “Victoria de Girón” (ICBP), La Habana, Cuba. E-mail: mvicedo@infomed.sld.cu



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