Dr. Ricardo Jorge Oropesa: excelente jefe, maestro incomparable y amigo siempre
COMUNICACIÓN

 

Dr. Ricardo Jorge Oropesa: excelente jefe, maestro incomparable y amigo siempre

 

MD. Ricardo Jorge Oropesa: excelent leader, incomparable professor and a friend indeed

 

 

Delia Eugenia Sosa Morales

Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: deliaeugenia@infomed.sld.cu

 

 


RESUMEN

La docencia médica en Cuba tiene una notable historia realizada por galenos que constituyen paradigmas por su aporte significativo a las ciencias y la educación médicas. En la vida y obra de cada uno hay una contribución al desarrollo de la salud pública en el país; tal es el caso del Dr. Ricardo Jorge Oropesa como principal impulsor de esta enseñanza en la región central, quien fue el primero en impartir una clase en la Escuela de Medicina de Las Villas, seguido por el resto de los fundadores, como se refiere en este trabajo. El objetivo de la presente comunicación redactada por una de sus compañeras de trabajo es realzar sus cualidades como jefe, maestro y amigo. Su labor contribuyó a sentar las bases para el futuro desarrollo de la educación médica en la región central de Cuba.

DeCS: Dr. Ricardo Jorge Oropesa, docentes médicos, educación médica.


ABSTRACT

Medical education in Cuba has a remarkable history carried out by physicians who are paradigms for their significant contribution to science and medical education. In the life and work of each is a contribution to the development of public health in the country; such is the case of MD. Ricardo Jorge Oropesa as the main driver of this teaching in the central region, whoever was the first to teach a class at the School of Medicine of Las Villas, followed by the rest of the founders, as referred to in this work. The purpose of this research paper written by one of his coworkers is to enhance his qualities as a leader, teacher and friend. His work helped lay the foundation for the future development of medical education in the central region of Cuba.

MeSH: MD. Ricardo Jorge Oropesa, faculty, medical, education, medical.


 

 

El 22 de noviembre se impartió en la recién inaugurada Escuela de Medicina de la región central la primera clase por el Dr. Ricardo Jorge Oropesa, quien fungía como coordinador de la docencia. En una entrevista al insigne profesor, este expresó: "YO FUI EL PRIMER PROFESOR en impartir clases al grupo inicial de alumnos. Lo recuerdo como si fuera hoy mismo: se trataba de las generalidades de Propedéutica. En mi vida había dado clases, solo contaba con cierta experiencia asistencial pero de Pedagogía no sabía nada más que los rudimentos. Mas eso no fue obstáculo: la cuestión estaba en dar clases y trasmitir los conocimientos a los estudiantes, y por encima de todo, demostrar que era posible formar médicos altamente calificados en la región central del país".1,2

De sus múltiples experiencias quedan certezas en aquellos que compartieron su vida laboral; a todos llegó con su saber honesto, su liderazgo como jefe y la calidez de sus relaciones humanas. Quede como muestra de su huella por esta Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, la presente comunicación personal redactada por la profesora Delia Eugenia Sosa Morales, asesora de Pedagogía, quien tuvo la oportunidad de enriquecer sus años de trabajo junto a los de tan insigne profesor:

Hoy, que a veces andan de paseo las alegrías me acuerdo de Ud., para continuar. Sembró en mí el amor a la grandeza de la obra que construimos, aprendí a penetrar en este escenario de las ciencias médicas, que aunque no me formé en él, siento que le pertenezco, gracias a Ud.

Estimado amigo: nunca el olvido invadirá ese pequeño local donde trabajé tantos años y donde compartíamos reflexiones y análisis de nuestra vida laboral que siempre fue muy compleja.

Ahora vienen a mi mente sus anécdotas de cuando estuvo en Nicaragua, algunas jocosas y otras de gran talla profesional que lo hicieron merecedor del título de Profesor de Mérito de la Universidad de León.

Me contagió su inmenso sentido del deber, su fidelidad al Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz, su sentido de pertenencia por este centro y por el placer de luchar por la vida, la verdad, la justicia y el amor a la humanidad.

Siempre recuerdo que sin dejar de ser exigente, su trato era jovial y lo grato que resultaba trabajar a su lado. Evoco sus jaranas con Virginia y Mery, los sustos de Maricela, nuestra complicidad cuando queríamos destruir papeles, que Maritza como excelente secretaria, quería conservar; sus controversias culturales e históricas con el Dr. Edgar Francisco y de las hermosas anécdotas de sus primeros alumnos, como Carmen, de la cual guardaba su examen de Medicina Interna como un tesoro muy preciado; actitud que estimulaba aún más la vocación por la profesión escogida por mí.

Recuerdo el reconocimiento que le hicieron cuando fue designado para pertenecer a la comisión creada por Fidel para perfeccionar la educación médica y su periplo por todo el país acompañado de excepcionales profesionales como Ud. ya con experiencia en la docencia, y su preocupación por reducir un informe de varias páginas a unas pocas.

Unos días quedan para que se cumplan 50 años de su primera clase; rememoro año por año su orgullo por la cercanía de esta fecha; como gran soñador, pero como buen combatiente se impuso a sus limitaciones pedagógicas con una buena preparación, y logró compartir sus conocimientos con perfección. No caben dudas: Ud. fue siempre un gran soñador y un gran combatiente por la obra comenzada. Su empeño por descentralizar la docencia médica a otros territorios, nos hechizó y sus amantes seguidores luchamos junto a Ud. en esta grande y nobilísima tarea.

Bajo este cielo villaclareño, con profundo amor y sentidas penas su obra se agranda. Lamento no verla crecer cada día más por su repentina salida de nuestras vidas; pero la inspiración que emana de su imborrable recuerdo nos hace vivir y luchar.

Siempre lo he tenido presente en cada misión, en cada palabra y he mantenido mi esperanza de ser algún día como Ud. fue: excelente jefe, maestro incomparable y amigo siempre.

Su eterna discípula, Delita.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. de la Hoz P. Yo fui el primer profesor. Vanguardia. 1983 Nov 20;(col. 2).

2. Sosa Morales DE, Martínez Neira X. Yo fui el primer profesor. EDUMECENTRO [Internet]. 2009 [citado 28 Abr 2016];1(1):[aprox. 4 p.]. Disponible en: http://www.revedumecentro.sld.cu/index.php/edumc/article/viewArticle/19/45

 

 

Recibido: 2 de agosto de 2016.
Aprobado: 23 de agosto de 2016.

 

 

Delia Eugenia Sosa Morales. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: deliaeugenia@infomed.sld.cu

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