Santa Clara, sep.-dic.
CARTA AL EDITOR
En defensa de Vision III
Backing up Vision III
Aldo Aguirre CruzI; Eudaldo Reyes MartínezII; Pedro Rodríguez RodríguezIII
I Licenciado en Educación. Especialidad Inglés. Máster en Lengua Inglesa. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Cuba.
II Licenciado en Educación. Especialidad Inglés. Máster en Ciencias de la Educación. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Cuba.
III Licenciado en Educación. Especialidad Inglés. Asistente. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Cuba.
Palabras clave: Vision III, aprendizaje, inglés, educación médica.
Key words: Vision III, learning, English, medical education.
Sr. Editor:
La serie Vision, de un colectivo de autores cubanos, vino a suplantar a Changes, editada por la Cambridge University Press. La mencionada serie llegó recientemente a las aulas de las universidades de ciencias médicas y tiene en cuenta las necesidades de aprendizaje de estudiantes cubanos; de ahí que incluya en cada unidad gran cantidad de ejercicios gramaticales lo cual alarmó a muchos profesores de idiomas que prefieren presentar la gramática de forma implícita para que los estudiantes la adquieran de manera natural, proceso que desgraciadamente no ocurre con frecuencia.
Resulta oportuno destacar que en la enseñanza de idiomas el estudiante tiene que desarrollar habilidades y al mismo tiempo formar hábitos, lo que desafortunadamente se torna difícil de alcanzar en una situación de aprendizaje artificial, sin hacer referencia explícita de los componentes de la lengua.
Todo cambio que se produzca durante el desarrollo formativo de los educandos genera cierta resistencia en algunos profesores del claustro, por cuanto ello implica una modificación en las estrategias de aprendizaje a emplear, de manera que el autor consideró necesario expresar sus criterios acerca de la introducción de este material para la enseñanza del idioma inglés, y compartirlos con el resto de la comunidad científica. El aspecto controversial de la llegada de Vision gira en torno a la abundante cantidad del empleo de tareas docentes relacionadas con el uso de la gramática.
En la actualidad se aprecia un florecimiento en cuanto a la importancia del dominio de la gramática en la lengua materna, y por supuesto, esto se extiende a la enseñanza de un idioma extranjero.
La gramática resulta ser la parte más controversial de la enseñanza de idiomas extranjeros, a pesar de su regreso a las clases y de la marcada intención por parte de muchos especialistas y profesores por darle su justo valor, porque es una vía para lograr el dominio de cualquier lengua. Desafortunadamente existen algunos que todavía no aprecian toda su importancia, mucho más en la situación de las universidades de ciencias médicas en las cuales la motivación y la disposición para aprender un idioma extranjero son bajas. Algunos profesores prefieren llevar al aula ejercicios relacionados con otros componentes y rechazan cualquier actividad que tenga que ver con la enseñanza explícita de la gramática, muchas veces porque no saben qué hacer con ella. Lo que sí es un hecho, es que es parte esencial de cualquier lengua y es criterio del autor del presente artículo considerarla como el núcleo de su enseñanza.
Existen diferentes tipos de gramáticas:1 la gramática teórica, la pedagógica o del profesor, y la de los estudiantes. La teórica se relaciona con la descripción del idioma; es decir, cómo funcionan sus elementos en la cadena hablada, qué es correcto y qué es incorrecto. Por otra parte, los términos y los conceptos usados en los cursos de idiomas difieren de los usados en la gramática académica.2
El profesor debe tener un amplio conocimiento de gramática teórica ya que entre sus funciones está prever y/o corregir problemas que los estudiantes puedan cometer durante el aprendizaje del idioma, debe dar y simplificar reglas que los ayuden durante su aprendizaje; al mismo tiempo, debe saber cómo explicarlas haciéndolas entendibles de modo que no pierdan su autenticidad y demarcación. Es lo que se considera la gramática pedagógica o del profesor. La del estudiante es más simple, a él no le interesan estos aspectos teóricos, lo que quiere es aprender cómo usar el idioma, y esta es la principal función del profesor: darle al alumno lo que necesita en el momento adecuado.
Por tanto, la gramática del profesor debe ser un puente entre la teórica y la del estudiante, lo cual implica verla con la apreciación de ellos, saber qué es lo que necesitan y simplificarla tanto como se pueda para que saquen provecho de sus explicaciones, de sus ejemplos; no es función del profesor hacer disertaciones de elementos teóricos en el aula, lo cual lejos de ayudarlos, provoca susto, rechazo y los hace perder el interés por el aprendizaje del idioma porque si no comprende, pierde la motivación o tiende a sentirse confundido y agobiado.
Según Lambert en su estudio sobre la motivación, este fenómeno se puede graficar en un ciclo positivo, como muestra el gráfico 1,3 pero si falla una de estas condiciones, pudiera convertirse en un ciclo negativo.
Gráfico 1
Los autores de la serie de textos Vision plantean en el prefacio de los libros que las actividades de gramática referidas en cada unidad tienen el objetivo de ser usadas como estudio independiente o en actividades remediales.4 En opinión de los autores de este artículo, también deben ser usadas en clases siempre que los estudiantes las necesiten, ya sea mediante explicaciones, reglas contrastes con la lengua materna o mediante ejercicios y actividades donde puedan practicar alguna estructura en la cual tengan dificultad. Las reglas gramaticales no existen para prescribir qué se puede decir o qué no se puede decir, existen en el idioma para ser descubiertas, pero si los alumnos no las descubren, hay que mostrárselas.
Si alguien comete muchos errores gramaticales en una lengua extranjera, le será muy difícil hacerse entender, por lo que un nivel razonable de corrección es importante. Se debe guiar a los estudiantes a evitar errores serios que puedan interferir con la comunicación o transmisión de un mensaje erróneo; pero sin convertirse en una obsesión,5 aunque sí es esencial que el profesor pueda determinar y solucionar el error cometido.
Una combinación de las gramáticas explícita e implícita es necesaria e inevitable y aún más, si se analiza la situación de aprendizaje en las universidades de ciencias médicas, donde los estudiantes son adultos jóvenes, motivados por la profesión médica y no por el aprendizaje del idioma extranjero, donde su uso es mínimo, se concluye que ellos no solamente necesitan ese apoyo en la gramática sino que la mayoría lo reclaman.6 Por otro lado, si no hay necesidad de profundizar en ejercicios o explicaciones gramaticales porque los estudiantes pueden transmitir sus ideas inteligiblemente y de forma fluida; entonces no hay necesidad de usar estas actividades en clases, sino en estudios independientes. Como dice un viejo refrán norteamericano, “si no está roto, no lo arregles” (“ain't broke, don't fix it”).
El contraste de la lengua materna con el idioma extranjero puede dar buenos resultados, pero no con el mismo objetivo con el que fue implementado en didácticas anteriores contrastando las estructuras de la lengua materna y el idioma extranjero; esta técnica se puede emplear para contrastar significados, así se practican las estructuras gramaticales necesarias para lograr diferentes matices en cuanto a grado de formalidad, expresividad, o reparar errores fosilizados.7
En resumen, la cantidad de actividades que aparecen en el texto Vision III no debe atiborrar ni preocupar a los profesores, el problema es saber qué hacer con la gramática y en qué momento usarla, ella está insertada en la estructura formal de la lengua para hacer uso de ella cuando lo requieran los alumnos.
Un profesor de idiomas competente conoce y conduce a los estudiantes hasta el proceso de asimilación de cómo la gramática interactúa con el léxico dentro del sistema comunicativo, analiza y prevé las dificultades de los estudiantes en su enfrentamiento con las estructuras gramaticales, tiene la habilidad y la confianza para evaluar el uso que hacen de ella en términos de precisión y expresividad, tiene presente los contrastes entre la lengua materna y el idioma extranjero y comprende e implementa el proceso de simplificación para presentarla de la manera más apropiada en los diferentes niveles de enseñanza.1
La necesidad de un enfoque comunicativo en la enseñanza de idiomas es indispensable, pero sin desestimar jamás la importancia de actividades, que aunque no tienen propiamente esa naturaleza, llevarán a los estudiantes a un mejor dominio del idioma para que cumpla con su mayor función: la comunicativa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Leech G. Students' grammar, teachers' grammar, Learners' grammar. In: Bygate M, Tonkyn A, Williams E. Grammar and the language teacher. UK. Prentice Hall; 1994.
- Parrott M. Grammar for English language teachers. UK. London: Cambridge University Press; 2000.
- Hutchinson T, Waters A. English for specific purposes: the role of the ESP teacher. London: Cambridge University Press; 1987.
- González T, Estrada A, Houelly E, Rodríguez T, Herrera F, Cook N. Vision. La Habana: Ecimed; 2009.
- Swam M. Practical English usage. UK. Oxford: University Press; 2005.
- Celce-Murcia M. What role for grammar after the communicative revolution? In: Anivan S. From language teaching methodology for the nineties. SEAMEO regional language. Singapore; 1990. p. 203-13.
- James C. Explaining grammar to its learners. In: Bygate M, Tonkyn A, Williams E. Grammar and the language teacher. UK. Prentice Hall; 1994.
Recibido: 20 de agosto de 2011
Aprobado: 6 de octubre de 2011
Aldo Aguirre Cruz. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Cuba. Email: aldoac@ucm.vcl.sld.cu
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